Hola, hace ya tiempo que estamos juntos, sé que ha sido difícil lidiar con tantos problemas y dificultades que día a día parecen deteriorar la relación. El humano es sensato y huye del dolor, pero a veces uno hace cosas que desafían la razón. Y cuando el corazón domina a la razón se hacen cosas inimaginables como las que hemos hecho el uno por el otro. Todos podrán opinar que no es lo mejor, pero quienes son ellos para decir que está bien o que está mal. Nuestras experiencias, sueños, miedos, momentos perfectos donde recostados el uno sobre el otro sin decir una sola palabra y con simples miradas donde sabemos que fuimos hecho el uno para el otro, un “simple beso” confirma ese sentimiento que habita en nuestro corazones y se crea una conexión que sabemos durara toda la vida.
Ambos fuimos lastimados y no se nos valoraba a como era debido, personas en las cuales depositamos confianza y amor pero que a cambio solo obtuvimos malas experiencias, corazones rotos, lagrimas que no debieron ser derramadas, no merecíamos eso. Fuimos inocentes, pero solo jugaron con nuestros sentimientos. Era comprensible nuestra actitud tan precavida a la hora de relacionarnos con personas del sexo opuesto, ese dolor antes experimentado era algo que no queríamos revivir… Al menos hasta que encontráramos a alguien que valiera la pena.
Nuestra historia comenzó como ningún escritor podría haber predicho, tú no me buscabas y yo simplemente desconocía de tu existencia. Esa tarde de Diciembre cuando nos presentaron y te deje con brazos estirados en señal de un beso y abrazo amistoso con el que queríamos empezar nuestra amistad, rápidamente me di cuenta de mi error me disculpe y use ese pequeño “incidente” para conseguir tu número y de a poco conocerte mejor. Reímos, chateamos, incluso me esforcé en esos detalles que parecen poco, pero en realidad hacen ver a una mujer cuan interesado esta y cuáles son sus intenciones. Tiempo después decidí hacer lo impensable, una vez más quería arriesgar todo para ver si al fin había encontrado a esa persona merecedora de mi corazón. Los nervios nos invadieron al final mi timidez, mis expresiones de nerviosismo te parecieron adorables y que mis sentimientos eran puros. Me distes el sí. Fui feliz, baile y brinque de emoción no lo podía creer de nuevo estaba en la encrucijada de buscar el verdadero amor. Tan grande y aun crees en el verdadero amor dirán. Bueno eso les demuestra la inocencia que tengo y lo risueño que puedo llegar a ser cuando me enamoro. En fin, no fuimos perfectos, pero, ¿quién busca la perfección? Solo quería a alguien para amar, el resto vendría por añadidura. A pesar de las muchas peleas logramos salir adelante y hacer que la relación siguiera por muchos años más.
Hoy parece que nuestros caminos van separados, las adversidades han nublado nuestro sendero y hemos tomado caminos erróneos que solo complican más la situación en la que vivimos, pero no solo depende de mí seguir adelante, tú también debes arriesgar si queremos tener ese “juntos por siempre”… Así que te preguntare: ¿te arriesgas a seguir adelante y enfrentarnos a las dificultades venideras, pero que con perseverancia podremos ver la luz al final del camino? O simplemente puedes dar media vuelta y pretender que lo nuestro nunca paso… Toma mi mano y averigüemos que pasa, el futuro lo decidimos nosotros…
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