Historia de Amor- Segunda Parte

Han pasado tantos años desde la última vez que la vi, su recuerdo vagaba sin rumbo en mi mente, inclusive, era imperceptible para mi hasta que este pequeño presente que me dio tiempo atrás me hizo preguntarme que sería de ella… ¿Estará bien o no? ¿Qué habrá hecho de su vida? ¿Pudo seguir adelante o llegó a la conclusión de que aquella decisión no fue la mejor para ambos? En fin fue lindo recordarla pero me prometí a mí mismo seguir adelante y darle una oportunidad a la vida para que me muestre porque todos dicen que vale la pena vivirla a pesar de todas las cosas negativas que vienen con ella.

Trato de seguir mi rumbo pero con una convicción distinta al pasado, esta vez no busco el amor sino mi paz interior, poder disfrutar de las cosas sin miedo a nada pero sobre todo ser feliz. Algunos dicen que ya es tiempo, que la herida sano y que busque nuevas aventuras, pero simplemente no considero justo que mi corazón reciba otra decepción amorosa como la que se llevó con ella, quiero una vida llena de alegrías y si alguna vez me toca caer en las manos del amor será porque así se dieron las cosas, mientras tanto, las reuniones sociales con mis nuevas amistades no resultan tan mal.

No soy una persona nueva, no cambie por completo mi forma de ser. Mismas virtudes y los mismos defectos solo que esta vez he aprendido de una mejor manera el saber llevar mi día a día. Aunque hay momentos en que quisiera desaparecer, huir, ser libre de todo gritar y sentirme lleno por dentro. Mi escape a ese lugar tan soñado se encuentra encerrado en cada una de esas canciones que los compositores sin necesidad de conocerme han relatado cada parte de mi vida y me han dado una pista de que me depara el futuro, la música lo es todo, mi vida, mi mundo, mi inspiración.

En fin debo seguir con normalidad y tratar de calmar estas ligeras ansias que me han provocado su recuerdo, total un día tan cálido no se puede mal gastar en estar encerrado en estas cuatro paredes martirizándome y llenándome de preguntas a las cuales no tendré una respuesta concreta. Es hora de dar un paseo y dejarme llevar, espero encontrar un poco de paz o algo que capte mi atención y aleje todo esto de mí. Hay que ser espontáneos.

Y aquí estoy, caminando sin rumbo alguno sin saber que esperar o encontrar, no hay sonrisa en mi cara pues aun no tengo un motivo por el cual mostrarla; solo quiero seguir hasta que ya no pueda mas, donde solo escuche mis pensamientos y pueda ser libre aunque sea un momento. Pero, ¿Por qué sin previo aviso he empezado a correr? Nadie me está siguiendo, tampoco esperan por mí. Ahora las lágrimas comienzan a brotar sin cesar, algo contrae mi pecho y una angustia me invade, cada vez aumento más y más la velocidad, el corazón palpita a mil por hora hasta que caigo. No quiero levantarme simplemente llorar hasta que ya no pueda más.

Todo ha sido una simple apariencia, me estuve engañando a mí mismo creyendo que si lograba mantener mi mente ocupada poco a poco ella iría saliendo hasta que no causara un dolor más en mí, pero solo era cuestión de tiempo hasta que mi realidad se hiciera presente.

Aquí estoy llorando como un niño sintiendo esta impotencia de no poder seguir adelante y solo me pregunto: “¿Por qué? Levántate! Pierde todo menos tu dignidad ¿No vez que das lastima? La vida está llena de estas situaciones y aunque algunas nos cuesten más que otras no significan que te darás por vencido, ya es hora de seguir con tu vida, lo quieras o no es la única manera. Deja de culpar a otros por los errores que tu cometiste, aprende a perdonarte a ti mismo, ser responsable de lo que sucedió y veras que pronto estarás en paz contigo mismo”…

Mientras en mi cabeza se libraba una batalla para hacerme entrar en razón ignoraba todo lo que estaba a mí alrededor, seguía en el piso esta vez arrodillado con ambas manos en mi cabeza tratando de buscar una solución. Lo cual hizo que pasara por alto el hecho de que alguien se encontraba cerca de mí, no alzaba mi mirada pues mostrar mi lado vulnerable a un desconocido no es la mejor idea a mi parecer.

-Hola, disculpa mi atrevimiento pero ¿Estas bien? Llevo rato observándote y me preocupa que jamás te levantaste. Te distes un golpe muy fuerte con esa caída.

Al levantar mi cabeza pude observar a una mujer no mayor que yo, piel clara cabello castaño, estatura promedio con una sonrisa que iluminaba su rostro. Pero no fue hasta que me perdí en su mirada pura y tierna que poco a poco sentí penetrar en mi alma a la cual transmitió cierta tranquilidad que necesitaba. Ella estaba frente a mí sonriendo y estrechando su mano para que pudiese levantarme.

Sin saber que hacer o que decir simplemente tome tu mano y me alce. Empezaste a reír y fue en ese momento cuando entendí que te parecía adorable la manera con que te observaba. Mis manos sudaron, empecé a jugar con mis dedos simplemente no sabía que hacer o decir, solo pensaba “¿Por qué estoy tan nervioso?”. Mi ritmo cardiaco acelero, pero solo ocurría cuando te miraba fijamente a los ojos. Tuve miedo porque recordé esa sensación y que la causaba, pensé en correr y no arriesgarme a nada pero ya era demasiado tarde, tus encantos ya habían hecho efecto en mí.

Intercambiamos sonrisas sin dejar de vernos, te agradecí por haberte preocupado por mi, tu simplemente hiciste un gesto de que no había nada que agradecer, estaba perplejo quería saber más de ti, que te gustaba, que te hacía reír, absolutamente todo. Pero simplemente dejarme llevar no era tan mala idea, que pasara lo que tuviese que pasar, disfrutar de esos pequeños momentos que te da la vida y ser feliz.

Te pedí me acompañaras a dar un paseo, accediste y empezamos a caminar sin dirección alguna, ambos solo estabas siendo espontáneos y ¿sabes qué? Fue la mejor decisión de mi vida porque sin saberlo este era el camino correcto.